Era feriado. Aprovechábamos para dormir un poco más para después ser censado. Pero esperando al censista nos despertamos con la noticia que marcó un punto de inflexión en esta primer década del milenio. Al pinguino le cambiaron las alas. Cambió el atril de un acto político por un féretro y el bastón de mando (del PJ) por el arpa.
El patagónico ex-presidente fue un tipo que significó (algo para bien, más para mal) cambios. Cambios en la forma de hacer política, de discutirla, de militarla y de vivirla. Un poco por lo que pasó en 2001 y otro por los modos (nada positivos) del líder K, nuestra generación ahora participa, se involucra, opina y discute (a veces llegando a extremos poco favorables para el país) con las mismas ganas que lo hacían nuestros padres en los 70.
Con Nestor Kirchner nació el kirchnerismo. Fuerza política que, lejos de lo que pasó con Perón, para mi, va a morir con Cristina. ¿Pero que es esa fuerza política? Es la que llegó al poder nacional defenestrando políticas que en su provincia antes defendía; que puso sobre la mesa de discusión los derechos humanos, la distribución de la renta, la desinformación de los medios y la Corte Suprema por medio de conflictos con minorías poderosas; afectando así a la mayoría nacional y popular que tantas palabras ocupaban (y seguirán ocupando) sus discursos. Es la forma de gobernar que se burló de los votantes con candidaturas testimoniales y giros de funcionarios entre distintas facciones del oficialismo y la oposición. Su política exterior generó variadas posturas cuando terminó con las masoquistas relaciones carnales para pasar a aislarse junto a presidentes populares en sus países, poco queridos en el resto del mundo. Le dio la espalda a esas políticas que tanto había reivindicado en los 90 al renegociar al deuda externa y terminar con la dictadura del FMI.
Tanta división y crispación causaron sus métodos que hizo que fuera mayor el carnaval de hipocresía que desfiló el día de su muerte. Porque si bien es cultural distorsionar las opiniones sobre los difuntos, no ocurre lo mismo con los que quedan en el mundo de los vivos. Y habrá que hacerlo notar el año que viene. Cobos, Biolcatti, Duhalde, Luis Juez y Das Neves tenían que haber mantenido un silencio respetuoso y no haber dicho cosas un miércoles que el anterior martes no las hubieran dicho.
Particularmente coincidí con la asignación universal por hijo, la ley de matrimonio igualitario, la reforma política (que al final quedó en la nada) y la ley de medios (que lejos de terminarla, potenció la pelea con el Grupo Clarín).
De este gobierno con tantos aspectos negativos, el fue la cara visible y el poder detrás a la vez. Fue, al mismo tiempo, Gobernador de muchas provincias, Intendente del Conurbano, Ministro de Economía, Canciller, productor de televisión de los programas de TV de Gvirtz, editor de Pagina/12 y miles de etcs. Osea, deja un vacío tremendo a un movimiento político que se aferró al poder hace 7 años y pesaba seguir haciendo lo posible para permanecer en el. Sin importar si ello implicaba juntarse con las personas más rechazadas del país como Bonafini, D`elia y Moyano
Repito. El Kirchnerismo va a terminar con Cristina. El tema será cuando, o en 2011 o en 2015. Porque la viuda tendrá como desafío tener la cintura que la oposición no tuvo todo este tiempo y capitalizar el envión que las muertes causan en la política. No creo que la economía cambie mucho. La protagonista, ahora más que nunca, será la política.
Y ese será el principal legado de Nestor. Acá estaremos los antikirchneristas para hacer frente en los debates a ese famoso 45% del 2007 que se dejó ver recién esta semana. Nos emocionaron a todos las muestras de afecto a su líder tanto como nos indignó el hecho de algunos, que en vez de llorarlo, gritaban en contra del vicepresidente y otros gorilas.
Personalmente elijo tomar la herencia de discusión política de Nestor considerandola como oportunidad para que las cosas cambien enserio. No así, dejo de lado el extremismo con la que el la llevaba. Eso lo llevó a la muerte. No quisiera que le pase algo parecido a este país.
