LATAPEDIA OLIMPICO

Hace 8 años estaba en 8vo de la secundaria y seguí los juegos de Sidney todas las noches de acá. Con usos horarios alterados, cursaba 10 hrs de colegio y entrenaba basket todos los días.

2004 fueron las olimpiadas inolvidables para todos por las medallas logradas. Pero dejenme decirles que esas semanas tocaron justo en mi viaje de egresados en bariloche asique, si tenia suerte, con el resto de neuronas que el alcohol no había destruido, vi lo que podía. Me acuerdo gritar el gol de carlitos Tevez en el lobby del hotel junto con gente de todo el país quizá en peor estado que yo, festejar la volcada de Luifa Scola al dream team en la pieza de un compañero y no muchas mas cosas que esas. Con el tiempo, vino uno de esos campeones olímpicos a jugar a regatas y ahora esperamos a que vuelva de Pekín otro jugador a también jugar para el equipo de mi barrio

Ahora los juegos olímpicos me encuentran ya en otro lado. Mas cerca de terminar de cursar la licenciatura en Administración en la Cuenca. Ya en la etapa de que uno mira más deporte del que en realidad juega. Me perdí la ceremonia inaugural, pero miraré todo deporte que pueda. De casualidad vi en vivo la Bronceada (?) de la Judoka, donde sufrí y festejé su victoria como si fuera propia a pesar de que no me gustan para nada las artes Marciales. Pude seguir a Phelps (ese yankie que no tiene pulmones sino branquias) ganando su primera medalla de oro. También sufrí viendo el deporte donde me siento local contra Lituania. Y así estaré por 15 días, viendo, Bonadeo mediante, a Roger Federer, Michael Phelps, Lionel Messi, Manu Ginóbili, Rafa Nadal, Luciana Aymar, Kobe Bryant, Yelena Isinbayeva (la garrochista que parece que tiene resortes en sus piernas). y muchos más

Las próximas semanas serán con más ojeras de lo normal no por exitismos o falsos gustos. Sino porque lo mejor de lo mejor está ahí, en ese país donde no existen los rulos (?) del otro lado del mundo y, por más distinto que sea esta versión a la de hace 8 años, el gusto por el deporte sigue intacto. Ya veremos como me encuentra Londres 2012...