lunes, 11 de julio de 2011

LATAPEDIA PLUS


Alguna vez escribí algo sobre los fenómenos del Facebook y del Twitter. Nunca hice lo propio con el LinkedIn, la red social aburrida pero necesaria. Por eso, para no caer en esa falla, escribo mis primeras sensaciones sobre el Google Plus. 

Curiosidad obliga, ayer mangueé invitaciones a un amigo (@tweetinglemonque se sentía solo en Google Plus como un preservativo en África. Nada costó acceder por esa vía, más cuando se cuenta con un Gmail. Y se hizo la luz (?). Ya estaba como pre-armado mi perfil a partir de mis nunca actualizados datos de Picassa. 

Corregido ese error, comencé a indagar por esta nueva red social para ver que tanto ruido. Y, justamente, lo primero que tengo para decir que es como el Facebook, pero sin tantas nueces. Es la versión simple del caralibro y, a su vez, la compleja del Twitter.  En fin, complementa a las dos.

Pero pasa lo siguiente: falta lo que hace divertido al FB (los grupos, los “Hazte fan” de frases boludas, las encuestas, los jueguitos, etc.) y lo que hace entretenido a la red del pajarito (los hashtags y la gente copada). Compensando aquello, tenés los hangouts: las video llamadas grupales entre amigos. Como el Chatroulette, pero con menos gente en bolas (?). 

Hay errores. Es la versión a prueba. Se perdona. Más allá de que se vuelve algo rompe que te aparezcan 10 notificaciones por una acción de un contacto. Y le falta destacar a personas que cuentan con G+, pero que no tenés en tus listas (acá llamados círculos, onda De Niro al yerno en "La flia de mi novia"). Esta última, manera de potenciar el uso del sitio. 

No sé si va a lograr masificarse esta red. Lo dudo. Los famosos que hicieron crecer al Twitter no creo que tengan ganas de mover sus empolvados culos al GPlus. Tampoco veo a las minitas de moral dudosa colgar sus álbumes de 505 fotos en bikini aquí. Por ahora, este espacio está hecho para bloggers y geeks. 

Suena paradójico, pero tengo la sensación de tranquilidad absurda que me daba el Twitter hace unos años. Que lo que escaseaba en gente se potenciaba en la tranquilidad de publicar lo que se te cante. Total, lo ven pocos. 

Es cuestión de darle tiempo. Esperar a que sea abierto para todos y ver que tiene para decirnos cuando seamos más. En la cancha se ven los pingos. Porque en el mundo 2.0 hay un decir que alega: Nadie es tan feo como su MSN, tan capo como su LinkedIn, tan potro como su Facebook, ni tan langa como su Twitter. Por ahora, solamente digamos que nadie es tan nerd como en su G+.

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  • Latapedia y el Twitter (hay cosas que escribí acá, que bien podría hacer que me llamen el pulpo lata (?)) 

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