Jamás me encariñé tanto con alguna serie o programa de televisión como lo hice con Lost y 24. Y las dos que marcaron hito en la caja ¿boba? vienen a terminar en la misma semana.
En estas series encontré lo que toda mi vida busqué en la tele. Y se terminaron de emitir. Y con eso, se terminó mi búsqueda. Y justamente de busquedas se trataba 24 y Lost. Los personajes de estas series, a su manera, buscaban respuestas a preguntas que nos hemos planteado todos alguna vez o, porqué no, buscaban sobrevivir ante adversidades que ojalá nunca nos pase (o, si me pasa, quisiera tener a Jack Bauer de amigo y cerca).
Decir “Lost terminó” es aceptar que palabras y nombres como , Jack, Locke, Iniciativa Dharma, los Otros, Ben, Hombre de Negro o, de hecho, hasta números, pasan a ser más que la historia de la televisión. Pasan a ser una leyenda de la cultura de este nuevo milenio. Diciendo eso no exagero. Esta serie tuvo todo: ciencia, religión, filosofía, mitología, acción, drama, comedia, suspenso y más.
Y que decir de 24.Es 24, ¿qué otro final esperaba? ocho años viendo como este afeitado Chuck Norris de los 2000 cambiaba la historia de Estados Unidos con lo que tenga a mano (o no). En esta última temporada fue más allá y cambiaron el rumbo del mundo. Fueron ocho 11- S que la televisión nos dejó vivir con Jack Bauer que, no exagero si digo que el, atado de pies y manos, le caga a trompadas a Norris, Bond y McClane juntos (?)
Son seis años de perderse en una isla y ocho de esquivar tiros con esta gente. Estas series al fin y al cabo no terminan del todo. Sus fanáticos seguiremos hablando de ellas, recordándolas y porqué no, reviéndolas cuando se pueda.
Después de ver estas cosas, siento que, de ahora en más, lo que venga, será (como dice La Bersuit), como un museo de grandes novedades. No habrá otra que le llege a los talones a semejantes obras.
Porque siempre redoblaron la apuesta, porque fueron series que innovaron con formatos que marcaron pautas y, por contar historias originales con actores que serán recordados por sus memorables papeles en ellas; 24 y Lost, sin dudas, llegaron para justificar el nacimiento de la televisión.
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