Parecía el fin de un embarazo. Hubo muchos meses de gestación (casi nueve meses). Al final, una muchedumbre de familiares y amigos esperando el resultado afuera de una habitación, en un pasillo de sillas recostadas en sus paredes. Las ansiedades se multiplicaban a pesar de que se sabía que en ese cuarto se encontraba una niña (la tesis). Las expectativas similares a las de la espera de la fumata blanca en el Vaticano lograban superar la impaciencia de un condenado a la horca. Se podría decir también que se sufrió como un parto, pero no llegó a serlo. El resultado no fue un bebé llorando y una partera anunciando algún sexo. Pero la alegría de todos fue parecida. De allí salió un egresado de la licenciatura en administración que, siguiendo la analogía, siente que volvió a nacer.
Los abrazos y besos recibidos luego, simulan a los de un político en campaña. Solo que la sinceridad de estos saludos hace la diferencia. Allí se encontraba gente importantísima en la vida de un estudiante. Profesores, directivos, compañeros, amigos, familiares que decoraban la escena con sonrisas, gritos y aplausos que hicieron emocionar al recibido.
Pero al bello momento le siguió el malón. Un recién recibido en cualquier facultad es como un glóbulo rojo para el pibe pintón de Crepúsculo (si digo Drácula no estoy en onda). Los salvajes no tardaron en aparecer con mezcolanzas que ni quiero saber su contenido, tijeras y afeitadoras que hicieron que uno pase de la pulcreza del saco y corbata al andar en bolas, con el pelo mal cortado y sucio por el patio de la facultad. Ni un enjambre de abejas en una pileta de miel se portaría así. Parte del folcklore. Ya les haré bailar a los que restan recibirse.
Corrientes no es Corrientes sin costanera. Los lapachos, el rio y bocinazos a lo boca campeón acompañaron a lo que quedaba de mi a compartir cervezas frias y empanadas con mis amigos hasta altas horas de la tarde. Cuatro años de incansable estudio y esfuerzo para eso: Tener el privilegio de estar en bolas y sucio por la ciudad sin correr el riesgo de terminar en el Borda.
La felicidad se traduce en todos esos momentos. No se puede hablar de logro personal cuando hubo tanta gente detrás. Cada una de las cuarenta materias fueron historias contadas por muchísimas personas. Todas estas representadas por ese grupo expectante que hablaba más arriba.
Me falta pecho para tanto orgullo. Gracias a todos ellos me siento en un lugar privilegiado. Allí donde la dicha es mucha y los dichosos son pocos. Y no se volverá a repetir. Pero esto no termina. Se peleará por obtener más como estos pero ya sin universidades de por medio. Esto recién empieza.
5 comentarios:
Felicidades SEbaaaaaaaa!!!
ahora siiii.. dígame licenciadooo!!! :D
un besoteeeeeeeeeee!!!
Felicitaciones!
Es increíble lo bien que describis ese momento de la vida, ese momento que esperaste tanto tiempo... y que no es más que el inicio de una laaarga carrera...
Disfrutalo muuuucho...
Seba!! te recibiste!! no sé si te lo tenías guradadito, o lo anunciaste en la clase del miércoles que y falté. FELICITACIONES CHE!! calculo que ahora no te vas a hacer el cotizado y vas a abandonar a tus compañeritos de inglés solamente porque le agregasre un LICENCIADO a tu nombre jajaja. En serio che.. felicitacines! seguilo festjando!! esero verte el lunes así te puedo felictar en persona ;)
Me encanto la analogia aunq creo q alguna parturienta te tiraria con lo primero q encuentra!! jajja... pero en fin se que fue mucho sufrimiento aunq necesario para los resultados de hoy!, y mucho esfuerzo!! y aunq como decis la flia y los amigos siempre apoyan y estan (sobre todo la flia), este logro es gracias y unicamente a tu esfuerzo seba!! q orgullo asiq como dijiste bien inflado el pecho!! y a mirar hacia adelante que ahora comineza la vedadera batalla, para la cual creo estas muy bien preparado!. Felicitaciones amigo! Andrea.
GRANDE LATA!!!!!!!!!
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