lunes, 2 de noviembre de 2009

MALDITA BUROCRACIA

La burocracia, para la Academia española, es el orden de las cosas. Pero para muchas instituciones argentinas no.

Filas interminables donde encontrás personajes como estos:

  • Ese motomandado /gestor /cadete que tiene años de ruta en esto. Con su cel. con mp3 se creen cancheros, envidias la paciencia de hormiga que tienen.
  • La vieja que “va a averiguar” una cosita nomás, la fila de gente esperando le importa menos que a Kristina el pueblo, y se mete sin culpa que le pese. Todo bien que no se quiera comer la espera al pun. Pero a la 3ra señora de las mil décadas que hace eso, tenés ganas de que la viole un luchador de sumo empachado con 6 meses de abstinencia.
  • El que te conversa. Si, cuando en ese momento tenés menos carisma que un autista, agarra y saca temas universales con frases como: “que bien boquita e”… “que de gente en la fila”… “que mal lo del gobierno”… “que calor loco”
  • Esa otra vieja, la amarillista cuida filas. Está atenta a todo movimiento en falso que haga cualquiera. Sospecha hasta de que su sombra se quiere colar. Ante la duda, le toca el hombro al de adelante para obtener aliados y empieza a difundir el rumor: “che ese tipo se metió nomás”, “ como tarda el cajero”. Al notar un síntoma que haga que se sienta bancada por al menos una persona, previo chiflido al estilo el Zorro a su caballo, llama al guardia, empieza a decir fuerte: “hace la cola!”… cualquier desatento entiende mal y empieza a desabrocharse el pantalón hasta que otro le comenta lo sucedido frenando algo que podría hacer cambiar de protagonista a la situación.
  • La señora que sabe todas las leyes con sus incisos y letra chica. Cualquier mínima falla del que atiende, con un llamado hace venir a un ejercito de escribanos y atrasarnos a todos hasta que no venga el gerente, gobernador y/o Arjona a tranquilizarla.

Por fin. Después de verte por 3era vez los títulos de TN en la tele 14´ , casi llegaste. Estas segundo. Pero ahora resulta que el que te precede se trajo toneladas de papeles que sellar,  miles de facturas a pagar, que con tarjeta de crédito por un lado, cheques endosados por otro, pergaminos de comprobantes que hacen de tu espera todavía mas placentera.

Y esto termina en el secretario, cajero, etc. alias “ventanatauro” al cual nunca le vas a conocer las piernas, tapadas por el mostrador o ventanilla que hace parecer que estás visitando a un preso  peligroso de una cárcel de máxima seguridad. Quizás le sacas una sonrisa a Marcelo Bielsa en una conferencia de prensa antes que a este personaje. Y con esa jeta de póker, sin un poco de remordimiento, mostrándote esos dientes con gusto a mate con yuyo, te dice: “este tramite se realiza en la otra sucursal. EL QUE SIGUE!”

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Huy, si abre pasado por eso.
El porte.

Anónimo dijo...

Viste q te dije q te la ibas a topar!! como dijo mi papa los argentinos inventamos las colas!!! jojojo boton vamos a caminar pue!! Andrea