domingo, 18 de septiembre de 2011

MÁS OLÍMPICO QUE EL YAKARÉ

Muchos saben que este blog es primo hermano de un proyecto anterior que había encarado con dos amigos anteriormente: El Blog del Parque. Era una bitácora donde tres hinchas escribíamos lo que veían, sabían y, mejor aún, sentían sobre lo que iba pasando con el equipo de Regatas en la Liga Nacional de Basket y otros torneos.

Ese espacio, me llevó a tener acceso a distintos protagonistas del deporte que más me gusta. Uno de ellos era un lungo goyano de 28 años en ese momento que nos decía en una nota meses después de los JJOO Beijing 2008: "...creo también que podría haber jugado un poquito, cinco minutos. No jugar dos minutos del último cuarto de un partido decidido..."

Cuando se discutía la participación de Kammerichs en la selección de Basket, no había gente que lo pidiera a gritos (a pesar de su excelente desempeño en otro Pre Olímpico - Las Vegas 2007- y de ser siempre candidato al  MVP de la Liga local). Es más, los que criticaban (y aún lo hacen) su convocatoria, alegan la falta de masa muscular, de altura para posiciones internas y de tiro externo para ser el fiel relevo del chapu Nocioni.

Pero este tipo querible por donde se lo mire. Que habla con la tranquilidad bonachona siempre pero juega como un guerrero del más alto nivel FIBA, logró revertir esos pre conceptos y fue el héroe silencioso de la clasificación de la Generación Dorada a Londres 2012.

Cada tapa, cada rebote, esas cortinas justas y picks and rolls precisos, no solamente hicieron no extrañar al Chapu sino que contagiaba a todo un equipo de ganadores a seguir luchando contra equipos dificilísimos como Puerto Rico y Brasil.

Habiendo jugadores de la talla de Scola, Ginobili, Oberto, todo un estadio coreó su nombre. Y, como somos los lugareños de cualquier lado, vamos a hacer propio victorias personales y decir que puso de nuevo a Corrientes en lo más alto.  Esto último me tiene sin cuidado. Quiero que él, sus bigotes y esta Generación pongan  a la Argentina de nuevo en lo más alto del podio en Londres 2012.  Quien sabe si para esa fecha no nos pica el bichito y vuelve el Blog del Parque.

domingo, 11 de septiembre de 2011

CORRIENTES ROCK: QUE PLACER VERTE OTRA VEZ

Terminaron 3 días de pura música, espectáculos de primer nivel tanto de bandas internacionales y locales. Acostumbrado a eventos folclóricos, al anfiteatro Cocomarola le queda bien ponerse el disfraz rollinga cada tanto. Más cuando aloja tanta calidad de artistas y público de tantos lados diferentes. Le hace bien a la provincia, mejor le hace al correntino.

El festival tuvo altibajos. Comenzó con problemas de sonido y con actuaciones de conjuntos que se espera más de ellos. A mi entender, el grupo goyano Superlasciva merecía una mejor ubicación en cuanto a horarios y mayor tiempo de actuación comparado a La Murga. Esta última, para mí ya está. No puede aportar nada a la música correntina más allá de ese noventoso "the granuja´s man". Se le agradece haber sido la banda que más lejos llegó, pero tiene que dejar el espacio a futuras potencias musicales de este lugar.

Los Guasones, con su ruido bien paranoico, hizo lo que pudo. Babasonicos, por más sucio que esté el ruido, nos bañó de un excelente show. Hasta que tocó temas de su último CD. Punto.

El sábado fue noche de expectativas y emociones. Por primera vez escuchábamos las murgas y candombes devenidas en lo mejor del rock uruguayo. Los que vimos el DVD sabíamos que nos esperaba, el orden y las mezclas. Pero La Vela Puerca nos llevó por un viaje de excelentes temas como De Atar, Va a escampar, Zafar, El viejo, José sabia (disfonía incluida) y un par de inéditos con el tándem preciso de vocalista+corista y vientos exquisitos.

Recuerdo lo que costó acostumbrarnos a Vicentico por encima de Los Fabulosos, o ver al Bahiano por un lado y a los Pericos por otro. Se nos va a ser difícil a los de nuestra generación ver a Cordera y La Bersuit distanciados. Desconozco como habrá sido el trauma de las transiciónes de Los Rodriguez a Calamaro, pero la metamorfosis los Piojos - Los Persas fue menos dolorosa gracias al líder de ambas bandas. Ciro Martinez va camino al podio inalcanzable que solamente llegó Andrés, Charly, Cerati y el Indio Solari.

Ciro y Los Persas es una banda joven. Tiene menos de 2 años. Pero ya cuenta con un repertorio propio que marca a un artista liberado, todavía más egocéntrico que antes. Eso, combinado a un extraordinario grupo de músicos, covers de Los Piojos (sonaban mejor que las versiones originales!), Pappo y Los Gatos y Ará Berá tocando El Farolito, hizo del mejor show de las tres noches.

La última, para mi fue contradictoria para bien y para mal.

Por un lado, expuso todos los errores de la organización. El filtro de bandas no fue bueno. Ojo, yo estoy convencido de que tenemos artistas correntinos que tienen similares condiciones que los nacionales y que con algo más de banca y difusión estarán a su altura. Pero los que no lo estuvo en este caso fue el sonido. No podes fallar justo con Divididos!

Por otro, la banda de Mollo fue adrenalina pura. Sin aturdirte, te asfixiaba del más puro y crudo rock escuchado en las tres noches. Pasamos de disfrutar de la mejor banda Reagge del país a la montaña rusa de los Ex Sumo.

En cuanto a la difusión, hicieron una excelente promoción en los medios tradicionales. No así en la red. Si bien el Facebook oficial del Corrientes Rock tuvo participación constante, no vi la misma repercusión en twitter. Otra falla de los organizadores al no repetir la buena experiencia 2.0 del festival del chamamé.

Igualmente, me quedo con el que salga bien o mal pero que salga. Que se repita todos los años, que ayude a mejorar la calidad de artistas locales y a que accedamos a lo mejor de la música nacional. Este espacio de encuentro anual es la síntesis de que hay mercado para la cultura. Hay que cautivarlo y explotarlo. Los correntinos nos encargaremos de disfrutarlo.

domingo, 4 de septiembre de 2011

OJALÁ NO TE VOTEN NUNCA AMIGO CHAMAMECERO

El título de este post es una sincera expresión de deseo.  Si bien está avalado por la constitución, no así por la coherencia. No entiendo la candidatura de Mario Bofill ni la de Julio Cáceres para el congreso provincial.  No las comprendo porque no las comparto. Por lo menos desde el lado de la vocación de cambiar las cosas enserio. 

Yo no voy a votar a ninguno de los dos por más chamamecero que sea. Están entre los mejores en cuanto a entender lo que piensa el correntino para llevarlo a su música. Ellos me llegan con su arte pero, la política, no es arte. Son hechos que se trasladan en emociones. 

Y de Bofill ya tenemos varios hechos que prueban su candidatura poco seria. Todavía recuerdo cuando Mario le dio la espalda a todos los políticos en 2009 diciendo que se retiraba de cualquier candidatura para trabajar por la identidad cultural de Corrientes. Y es ya sabido que al loretano lo banca Martinez Llano, la causa de todos los males de la provincia en los últimos 20 años. A pesar de que este es ferviente opositor de Tato Romero Feris, líder del gobierno que lo tuvo al chamamecero de Ministro de Cultura. Entonces, ¿En que quedamos?

Julio Cáceres por su parte, no me dice nada. Es como un candidato de apuro de una línea del justicialismo correntino que ya estaba perdida. 

Mario Bofill, candidato a senador provincial y reconocida figura del chamamé en todo el Litoral, junto a Julio Cáceres.  Foto: LA NACION / Hernán Zenteno

Foto: Lanacion.com

Soy de los que piensan que la política necesita una renovación urgente. Que los que tienen experiencia poco hicieron y, los que no la tienen, les falta guiso. Pero tampoco el cambio para que al fin nada cambie. Camau es la prueba de ello.

Así como no veo a Flinta en los Amandayé, a Nora con las hermanas Vera o a Pruyas con Sheridan, lejos están Cáceres y Bofill de sentarse en una banca a discutir políticas, leyes y maneras de ejecutarlas. Estamos confundiendo populismos con idoneidad.

Ojalá los siga viendo en distintas peñas, en el Teatro Vera o en el Cocomarola. Ojalá no los voten nunca. Ojalá continúen siendo nuestros amigos chamameceros.