Entiendo la magnitud del homenaje por lo de el ultimo estadista, el padre de la democracia, etc. Pero no lo de hacer semidiós a alguien porque nunca lo pudieron demandar por corrupción. Eso debería ser lo normal, un atributo suficiente y necesario para cualquier político y no, ahora venerar a uno porque, entre otras cosas, no robo.
Ricardo Alfonsín según wikipedia.
De todas las que leí estos días, me quedo con dos notas interesantes:
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